Capítulo 6
Para regocijo de mi editora, la segunda escena de sexo del primer número es un trío lésbico. Al final del capítulo anterior, Kerr menciona que no es una de sus prácticas favoritas. El motivo es que ella es una mujer simple y encuentra el sexo grupal algo complicado.
La escena está narrada desde una perspectiva mecánica e incrédula a propósito, y me gusta como método para transmitir la desconexión de Kerr con su cuerpo. Cuando se mira al espejo no se reconoce, se deja llevar en todo momento y es incapaz de llegar al orgasmo. Las escenas eróticas del primer número no son las más atractivas, al menos para mí, porque reflejan estados de ánimo negativos.
Después del sexo, Kerr se siente un poco mejor y trata de volver a casa… sólo para recibir mensajes inquietantes de Bahuer. Me encanta cuando Kerr escribe mensajes instantáneos. Es un regocijo de terrorista ortográfica y me gusta la idea de torturar a los lectores más apegados a las normas. Además, ella me da ternura. En el fondo la encuentro adorable.
Así pues, sola y desamparada en una ciudad desconocida, Kerr necesita ayuda. Pedírsela a Rurik queda descartado, así que… ¿quién queda? El menor de los dos males: Kirsten.