Capítulo 7

Kirsten viene a recoger a Kerr y no está ni enfadada ni compinchada con Bahuer (¿o sí?). Por las molestias, Kirsten le menciona una plataforma de videojuegos online, Magma, cuyo nombre es un guiño a Steam. A mí me parece un nombre bien chulo para algo así.

En la cocina, después de un chupito de ginebra escondida, Kerr recuerda el disgusto y nos recompensa con una buena vomitona. Para los que quieran saberlo: no, nunca he vomitado por culpa del alcohol, aunque sí que lo he hecho por angustia. En este caso, supongo que Kerr aprovecha lo mejor de los dos casos. Una de mis lectores cero se asqueó mucho con la descripción, pero creo que le queda bien. Digamos que es el punto más bajo de Kerr, donde deja escapar (del todo) su odio hacia sí misma.

Cuando hablamos sobre mis planes para esta escena, P’REZ tenía muy claro que aunque Kerr, demasiado borracha para mantenerse entera y demasiado vulnerable para evitarlo, se lanzase a por Kirsten, ésta no le seguiría el juego. Los motivos son demasiados para enumerarlos. Por otro lado, es un cambio de tercio para Kerr. No es que sea rechazada a menudo justo después de sincerarse, y no por alguien que le importe de verdad.

Con esto se revela en parte el motivo del racismo de Kerr y su odio hacia los rae’loc, por qué ha vivido toda su vida en las naves de su padre y se ha unido a Horizonte Rojo. Si su madre no la hubiese abandonado, Kerr sería una mujer completamente distinta. Pero no sería Kerr, por otro lado.