Por si no lo sabíais, Laura Morán lanzó una convocatoria para una antología llamada #LaOtraFantasíaMedieval. Pretendía demostrar que el medievo no tiene por qué ser #medievoooo cuando escribimos fantasía. Si hay dragones y elfos, ¿por qué no hombres y mujeres que hacen lo que les da la gana sin tener que encajar en un rol artificial? ¿Por qué perpetuar la violencia contra las mujeres amparándose en que «la época era así» (spoiler: no, no lo era) cuando le damos mil vueltas a un sistema Sandersoniano de magia dura?
Resulta que la convocatoria fue un éxito y le llovieron los relatos. ¿Y qué hemos aprendido escribiéndolos? Laura nos ha pedido que contemos cómo ha sido el proceso y aquí vengo a ello.