Categoría: Diversidad

Sexism is over

5 tópicos sexistas que estoy harta de ver en la ficción

Soy consumidora de un género que en sus albores era más bien… digamos que antiguo. No puedo pedirle a El señor de los anillos que introduzca más diversidad en la plantilla porque bueno, está escrito hace sesenta años. Sé que no se pueden pedir milagros por mucho que tanto la fantasía como la ciencia ficción tuviesen a mujeres como autoras pioneras, pero creo que las nuevas generaciones de escritores deberíamos aprender de los errores de otros.

Aunque cada vez se hace mejor, algunos tópicos permanecen en el inconsciente colectivo. En ocasiones es difícil de notar. Quien esté libre de sexismo de manera absoluta que tire la primera piedra. Yo no puedo. Lo que sí hago es esforzarme por revisar mis propias ideas, buscar el origen y evaluarlas.

Siempre he creído que las cosas irán mejorando. Star Wars: El despertar de la fuerza y Mad Max: Fury Road son sólo pequeñas muestras de grandes avances. Dentro de varias décadas, es probable que ni nos acordemos de todo esto, pero en el presente es necesario señalar dónde nos equivocamos. Así que, sin más preámbulos, os muestro esta lista de cosas «pequeñas» que me hacen chirriar los dientes. Me centro, sobre todo, en tópicos referentes a las Mujeres fuertestípicas. Hay otros tópicos igualmente horrendos aplicables a personajes que no saben luchar, pero de momento me quedo con:

Leer más

Sagadestc

Reseña: Saga, de Brian K. Vaughan y Fiona Staples

El cómic es una forma de literatura (¡hala lo que ha dicho!) y como tal, voy a hacer reseñas de alguno de vez en cuando, sobre todo cuando se ajustan tanto tantísimo a mis propios gustos como escritora. Y es que Saga, la serie actual de Brian K. Vaughan (al que descubrí y con el que flipé leyendo Y: El último hombre), es una mezcolanza extraña de fantasía y ciencia ficción con personajes femeninos (y masculinos) que alucinas, algo de violencia cruda, sexo ocasional y cosas tan monas como esta:

ghus

¡Pasad, pasad y leed mi reseña de Saga, que no será para nada imparcial!

Leer más

Cómo escribir personajes LGBT (que a mí me gustaría leer)

¡Ya están los gays con sus exigencias! —dice alguien levantando un bastón mientras juega una partida de dominó imaginaria en el bar de jubilados imaginario donde coloco a cualquier persona que pronuncia esta frase.

Pues sí, aquí estoy, ya ves. Con mis exigencias de persona queer que se gasta más dinero en entretenimiento que en comida. ¿Para qué demonios querrías saber cómo quiero que me representen en la ficción?

image

Pues por cambiar de siglo, por ejemplo. Sí, ya lo sé: no hace demasiado que ser abiertamente LGBT dejó de ser delito en el mundo occidental (por mucho que algunos se empeñen en traernos de vuelta a aquellos tiempos de linchamiento y horca), y aún queda un largo camino por recorrer. Para empezar, que dejen de darnos palizas por la cara en la capital de España. Pero soy una persona optimista con un entorno maravilloso que me permite empezar a soñar más allá del Bury Your Gays o el Vasquez Always Dies, las historias de coming of age o los personajes tan únicos e inolvidables como El peluquero gay o La bisexual fanservice.

A continuación enumero cinco puntos básicos a la hora de escribir historias con personajes LGBT que hacen cosas.

Leer más

La realidad y la ficción, una historia de amor

Pudiendo construir puentes o salvar vidas, qué extraño que tanta gente dedique su tiempo a crear historias, ¿no? ¿De qué sirve el arte cuando hay personas que pasan hambre, o que sufren dolores, o que mueren? ¿De qué sirve perder el tiempo escribiendo una novela si podrías estar empleando esas horas en hacer cualquier otra cosa?

¿Cuántas veces hemos oído eso? Aún peor, ¿cuántas veces hemos interiorizado esas preguntas? Y, sin embargo, aquí estamos, en una sociedad que comenta el último capítulo de Juego de Tronos como si le fuera la vida en ello, o se gasta un dinero (a veces excesivo, pero eso ya las editoriales y los impuestos) en libros, cómics, videojuegos… Cuando un médico sale de una operación de veinte horas, después de dormir, comer y hacer pis probablemente quiera distraerse. Y aquí es donde entra la ficción.

A los humanos nos encantan las historias. Respiramos ficción desde que somos pequeños. Adoramos ver nuestras vidas reflejadas en la televisión o la literatura, como si eso las convirtiera en menos aburridas. Y es que así son menos aburridas.

No conozco a nadie que desdeñe el placer de la abstracción por cualquier medio. Quien no ve películas ve series, o lee libros, o juega a videojuegos. Y todas esas cosas han sido creadas por una persona o grupo de personas que han elegido dedicar esa porción de sus vidas a entretener a otros.

La realidad tiene un impacto innegable en la ficción, pero la ficción también lo tiene en la realidad. La única manera que tenemos de salir de nuestra zona de confort sin realmente salir de nuestra cómoda vida es mediante la ficción. Es un ejercicio de empatía, de apertura de mente. Cuando vemos a alguien diferente a nosotros vivir una vida parecida a la nuestra, nos acercamos a esa persona. Cuando nos acostumbramos a ver personas de color haciendo cosas heroicas, aceptamos el binomio color-heroico como posibilidad. Cuando nos asomamos a la vida cotidiana de una persona homosexual y nos damos cuenta de que no es tan distinta, aceptamos la normalidad de la gente diferente. Cuando seguimos las aventuras de una mujer independiente y activa, consideramos a las mujeres como seres independientes y capaces de hacer lo que deben.

Necesitamos libros diversos.

Necesitamos libros diversos

¿Por qué merece la pena cambiar la fórmula habitual de la ficción? Pues porque el mundo está cambiando. Y eso repercute en la ficción. Que a su vez provoca impacto en el mundo. Que a la vez se refleja en la ficción.

Tengo la creencia de que cuando creamos ficción estamos cambiando el mundo. A escala tan pequeña como un lector o a escala mundial, si la cosa tira. Yo optaría por hacerlo de manera responsable para tener algo bueno que aportar. A veces es solo entretenimiento, sí. Pero a veces es algo más.